martes, 5 de junio de 2012

Nuestra universidad



En el año 1824 nace en Valledupar, la primera escuela regida por el método Lancasteriano. Como un reconocimiento a la heroína María Concepción Loperena de Fernández de Castro por el Vicepresidente de la República General Francisco de Paula Santander. En dicho claustro (Antiguo convento de Santo Domingo) recibieron las primeras enseñanzas, connotados ciudadanos que se distinguieron más tarde en la vida republicana del país.
En el Siglo XIX Valledupar permaneció aislada por la falta de vías de comunicación. La educación decae; a pesar de algunos esfuerzos que se hacen en el sector privado. Era más fácil enviar a los jóvenes a estudiar fuera del país que a la capital de la República y, en efecto, algunas familias privilegiadas lo lograron. La costumbre era que los hijos varones quienes accedieran a la Universidad, mientras que a las mujeres se les reservaba para las labores hogareñas. Además, el ambiente cultural conservaba las tradiciones rurales al igual que en las demás zonas agropecuarias del país.
Durante la administración de Alfonso López Pumarejo, específicamente en 1936 se fundan el Colegio Nacional Loperena y la Escuela de Artes y Oficios. Años más tarde, antes de la creación del Departamento del Cesar un grupo de ilustres ciudadanos de Valledupar planteó la necesidad de fundar un centro de estudios universitario. Con la fundación del Departamento del Cesar surgen movimientos culturales de diversa índole que aglutinan la idea de crear en la ciudad un centro de educación superior, los primeros intentos se canalizan a través de la Casa de la Cultura y la creación de una Seccional de la Universidad Santo Tomás en Valledupar con programas a nivel intermedio, cuyo intento fracasó por no contar con los recursos económicos necesarios, los cuales debían ser autorizados por la Asamblea Departamental.

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